¿Cuál es la diferencia entre SSI y SSDI?

Ambos programas son para personas discapacitadas y ambos tienen un proceso similar para determinar quién se considera discapacitado.

Más allá de eso, hay varias diferencias importantes entre los dos programas:

• Para obtener Beneficios de SSDI, debe haber trabajado en uno o varios trabajos en los que pagó impuestos del Seguro Social, y ese trabajo debe ser reciente y lo suficientemente prolongado (según una fórmula de la Administración del Seguro Social) para que se lo considere «asegurado». No existe tal requisito para recibir los beneficios de la SSI. Puede recibir los beneficios de la SSI incluso si nunca ha tenido un empleo cubierto por el Seguro Social o si no lo ha hecho recientemente.
• El programa de SSI es solo para personas de bajos ingresos y recursos. El SSDI no tiene este requisito.
• El programa SSDI paga beneficios a los adultos discapacitados y, en algunos casos, a sus familiares. El programa de SSI paga beneficios tanto a niños discapacitados como a adultos discapacitados.
• Los beneficios de la SSI se basan en la necesidad financiera. Los beneficios del SSDI se basan en sus ingresos de por vida provenientes de trabajos cubiertos por el Seguro Social.
• Para ser elegible para recibir los beneficios de la SSI, sus ingresos de todas las fuentes deben ser bajos. Para el SSDI, hay límites sobre cuánto puede ganar del trabajo, pero no hay límites para los ingresos que recibe de fuentes no relacionadas con el trabajo, como las inversiones.
• Las personas de bajos ingresos que tienen más de 65 años pueden ser elegibles para recibir SSI incluso si no están discapacitadas. En el SSDI, solo las personas discapacitadas (y, a veces, sus familiares) tienen derecho a recibir los beneficios.